Puede parecer una perogrullada, pero en ciertos sectores empresariales, políticos y de organizaciones sociales, existe la idea de que aparecer en el mayor número posible de fotografías aporta una mayor visibilidad y con ella, una mejor imagen, más posibilidades de recibir apoyos en forma de votos. Y nada más lejos de la realidad.
Las fotos no dan votos. Lo sabe cualquiera que sea víctima del bombardeo de impactos de los políticos antes y durante las campañas electorales: fotografías con bebés, con animales, jugando a deportes, pilotando vehículos y demás formas de exposición pública, únicamente satisfacen el hambre de imágenes del showbusiness y las redacciones de medios, que alimentan sus bancos de imágenes con “posiacasos” y con imágenes que, en ocasiones, superan lo bizarro. Contención y mesura.
Estudiar bien el contexto, el mensaje y el escenario es fundamental, desde el atril o punto de discurso, hasta las manchas de sudor, los brillos o la postura de la espalda. Y es que foto no da voto, pero puede quitarlo si se proyecta algo que la gente no quiere ver, comprar ni soportar. A modo de resumen:
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- Calidad por encima de cantidad.
- Contención y mesura.
- La Comunicación es constante y todo comunica.