Cada cliente es un mundo, y todos somos clientes de alguna manera de diferentes empresas, de manera que podríamos estar escribiendo sobre nosotr@s mism@s.
La gestión de la presencia online, la creación de planes de comunicación o la gestión de redes sociales, son la implementación de una estrategia previa en la que todos los actores deben estar implicados: cliente y agencia.
Sin embargo, en no pocas ocasiones puede encontrarse que el cliente delega toda la acción comunicativa -desde el planteamiento hasta la aportación de información relevante sobre su proyecto-, esperando que los resultados sean los óptimos. Spoiler: sin la implicación del cliente no puede haber resultados óptimos.
Idiosincrasia de la implicación: el tamaño no importa
Nos hemos encontrado con empresas grandes con un gran flujo de información y la facilitación de todo el trabajo de comunicación, estrategia y medición de resultados, y también con empresas pequeñas que presentan dificultades a la hora de aportar un histórico, de explicar la visión y misión e incluso de aportar material gráfico del cual tirar para iniciar una cierta presencia online. Por tanto, el tamaño en esta materia no es relevante.
Sí lo es contar con un hardcore o un pequeño grupo de personas enfocadas en todo el proceso, conscientes de la importancia del foco y la visión 360º, pues muchas veces son prosumidoras y forman parte del target o público objetivo de la estrategia. En otras ocasiones, puede incluso encontrarse personas propietarias, gerentes o personal de dirección que no conoce en profundidad el sector, que no se interesa por la competencia o que incluso desconoce cuál es (o cuál debería ser) la propuesta de valor de su proyecto.
Propuesta de valor: tú eres tú pero los demás no lo saben
A todos nos parece que nuestra marca, nuestra empresa o sobre todo nuestro proyecto emprendedor, es el mejor y que lo justo sería que se nos premiara con una gran audiencia y una mayor clientela. Sin embargo, si no se comunica, no se expande nuestro mensaje, sin una suma de impactos somos gotas en el mar y la competencia dedica muchos recursos a generar esos impactos, que sean impactos de calidad y también a fidelizar a la gente que se ha acercado a nuestra marca, empresa o proyecto de alguna manera. ¿Recopilas mails de personas interesadas en tu producto? ¿Ya tienes tu tarjeta vCard preparada? ¿Has practicado alguna vez un elevator speech simple?
Tú eres tú, pero los demás no lo saben. Tu proyecto es bueno, y puede ser mejor ampliando su alcance, recibiendo inputs de mejora y facilitando el trabajo a quienes van a aportar una estrategia, unos canales y una audiencia a tu proyecto, empresa o marca. Sin tu ayuda, nada de esto es posible. Gestionar tus perfiles es el último paso de un proceso en el que tú eres parte. Diseñar una estrategia de comunicación online con web, publicidad y banners, no sirve de nada si no tienes claro qué vas a mostrar, cómo vas a captar y por qué deberían elegirte a ti y no a otra empresa.
Vamos paso a paso, sí. Pero tus pasos son los más importantes.
¿Has visto la película Jerry Maguire? ¿Recuerdas lo que Jerry le pide al jugador de rugby?
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