Eterno dilema, que no es tal si pensamos en tu empresa, tu organización y tu competencia. De tus decisiones dependerá que tu propuesta sea de valor o de precio, que te elijan por potencialidades como la calidad, la rapidez, la atención al cliente o, por el contrario, por el precio. Ya conoces aquella frase de “muchos podrán olvidar lo que les dijiste, pero no olvidarán cómo les hiciste sentir”; va en la misma dirección que nuestra “Eres lo que haces, pero sobre todo eres lo que recuerdan”. ¿Cómo se mide la experiencia? ¿Por el precio?
Hoy vivimos el auge de la sociedad de la experiencia, la liquidez de la vida moderna, el consumo exacerbado y lo efímero. Hacerse un hueco en la vida y experiencias de la clientela es algo que no tiene precio, pero requiere de un proceso de estrategia, implementación, prueba-error y enfoque en los resutados. SI vamos a precio, vamos a precio y buscaremos posicionarnos como los más baratos (o los más caros, que también puede ser una opción). Pero si realmente nos enfocamos en la experiencia, pensando en la durabilidad y la fidelización, tendremos que empezar a pensar en nuestra propuesta de valor, cómo trabajarla y potenciarla.
Y en Neula podemos ayudarte.
A modo de resumen:
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- De ti depende apostar por posicionarte por precio o por valor.
- En una época de consumo constante y efímero, hacerse un hueco en la vida del cliente es difícil pero a futuro.
- La durabilidad y fidelización pueden ser un objetivo. Y si lo es, es uno de los grandes.